Consumidor consciente
Cuando el consumo va más allá del precio y la calidad
- Informado, empático y crítico son algunas de las características de un nuevo tipo de consumidor que está atento al cuidado del medioambiente, sensible al precio, explorador de nuevos sabores y demandante respecto a la naturalidad de los productos.
- Siempre observa lo que hacen las marcas en términos de sostenibilidad, pero también se compromete realizando acciones como reciclar, cuestionarse la real necesidad de un producto, preparar porciones más pequeñas y congelar más como método de ahorro.
La sostenibilidad es un principio que deben adoptar las industrias en general y que a futuro será parte fundamental de su existencia. Por eso además de cumplir con las expectativas de los consumidores, la industria de alimentos debe comprometerse con el cuidado del medioambiente pensando en las futuras generaciones ya que hoy existe un creciente interés de las personas por la “salud” del planeta a nivel global.
En este contexto aparece lo que se ha denominado como consumo consciente. Esta es una tendencia en la que el consumidor se da cuenta de las consecuencias que su consumo tiene en cada una de las etapas de la decisión de compra, por lo tanto, su elección va más allá de la relación precio-calidad.
El consumidor consciente se caracteriza por ser informado, empático y crítico. Está interesado en conocer más detalles de un proceso productivo, las consecuencias que puede tener o las mejoras que se pueden ejecutar, pensando en el bienestar de las personas y del planeta. Además, es ético, porque tiene valores como la responsabilidad y el respeto de los derechos de los productores y del entorno.
De hecho, un informe de Innova Market Insight, investigadora de mercado a nivel global, declara que 1 de 4 consumidores quieren que la formulación y producción de nuevos productos considere aspectos relacionados con la sostenibilidad, porque consideran que es un ámbito tan importante en los productos, tal como lo es el sabor y la naturalidad de sus ingredientes.
Otro dato que demuestra el interés de los consumidores, es que 9 de cada 10 tienen en consideración las acciones que realizan las empresas en cuanto al cuidado y respeto por el medioambiente para tomar su decisión de compra. Por lo tanto, la sustentabilidad no es una moda y las empresas deberán hacerse cargo creando estrategias y acciones que satisfagan las expectativas de los consumidores en este ámbito.
Difundir es clave
La información y su comunicación son aspectos fundamentales para dar a conocer los intereses de las empresas y las acciones que están realizando en el área de la sostenibilidad. Tener etiquetas simples y claras, pero llamativas que destaquen la misión de empresa en torno al medioambiente y otros conceptos como el respeto animal, son un factor a considerar.
Desde este punto de vista aparece la transparencia como un factor clave al que las empresas y las marcas deben apuntar. Esto con el objetivo de aumentar la confianza que las personas tienen en ellas en el sentido de considerarlas como un integrante activo de la sociedad, preocupado del bienestar de las personas, el entorno y las comunidades.
Los consumidores exigen que las empresas se comprometan con el cuidado del medioambiente. Si bien antes era un “plus” realizar alguna acción relativa a la salud del planeta, hoy es un “desde”. Las personas están constantemente observando lo que las empresas y las marcas están haciendo, identificándose con una u otra que se muestre responsable con el tema. De esta manera, aprueban iniciativas y premian a la marca prefiriendo sus productos. Por eso las compañías están permanentemente en el escrutinio público. El principio es recordar siempre que las personas quieren que las empresas estén a la altura y que lo exigen de manera explícita.
El consumidor consciente está dispuesto a preferir productos de las empresas que realicen acciones para el cuidado del planeta como, por ejemplo, reemplazar algunas de las prácticas de la producción para hacerlas más amigables, mejorar el estado de los suelos en los que se produce, utilizar menos plástico, usar eficientemente el agua y los recursos energéticos, además de la preocupación y respeto por los animales, entre otros.
En esta línea, en Chile destaca el Acuerdo de Producción Limpia (Norma Chilena NCh 2796) que es un convenio celebrado entre sectores empresariales y los organismos públicos con el objetivo de llevar a cabo una producción limpia por medio de aspectos como mejoras en los procesos, conservación de equipos e instrumentos de trabajo, modificaciones en las materias primas, innovación tecnológica, reciclaje y reutilización de productos, implementación de buenas prácticas, todo en base a metas establecidas y acciones concretas.
En términos de productos, un ejemplo es el caso de la conmemoración de la Semana Internacional del Agua de Singapur en 2022, instancia en la que se lanzó una cerveza hecha con 95% de agua recuperada purificada producida por la Junta de Servicios Públicos de Singapur. El agua pasó más de 150.000 pruebas científicas y fue considerada “ultra limpia y segura para beber”.
¿Qué hace el consumidor consciente?
Algunos ejemplos de cómo los consumidores se comprometen con el cuidado del medioambiente son la reducción de residuos y el reciclaje. En este contexto aparece la reducción del desperdicio de alimentos como una alternativa. Según las cifras de Innova Market Insight, las tres principales acciones que los consumidores realizan en este ámbito son reutilizar los restos (39%), cocinar y preparar porciones más pequeñas (37%) y congelar más (36%). Además, otro beneficio adicional de esta práctica, es que permite que las personas sean más eficientes en sus gastos y compren solo lo que realmente van a consumir.
Los Millennials y la Generación Z son los grupos más interesados en el tema de los ingredientes reciclados. Según las cifras de Innova Market Insight, desde el año 2018 se registra una tendencia ascendente respecto al lanzamiento de productos que declaran ser reciclados. Lo anterior debe ser visto por las marcas como una oportunidad para dirigir la comunicación especialmente a estos grupos etarios.
Otra tendencia que se visualiza actualmente es la compra de alimentos que están próximos a vencer. Con ello se disminuye el desperdicio y se reducen los costos, porque se genera una disminución de precios de hasta 40% en supermercados.
En Chile también se realiza esta iniciativa para el caso de las verduras que se encuentran visualmente imperfectas. Así se venden con descuentos que pueden llegar a 50%.
El consumidor consciente llegó para quedarse y las empresas deben estar pendientes y dispuestas a aceptar el desafío de satisfacer las exigencias de un consumidor cada vez más informado, empoderado y consciente de las consecuencias que tiene al tomar una decisión de compra.
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Autor: Industrias Floramatic Spa
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