La evidencia científica disponible da cuenta de que el consumo regular de berries (o bayas) reduce el riesgo de desarrollo y/o progresión de varias enfermedades crónicas, incluyendo las cardiovasculares, las neurodegenerativas y ciertas formas de cáncer (Neto, 2007; Seeram, 2008; Basu et al. 2010). Al igual que otras frutas, los berries contienen diversos micro y macronutrientes. Sin embargo, los beneficios para la salud asociados a su mayor consumo han sido atribuidos, mayormente, a los altos niveles de polifenoles, así como a interacciones sinérgicas entre dichos compuestos y otros fitoquímicos presentes en los mismos frutos.
Lo anterior se desprende de investigaciones realizadas sobre aquellas especies y variedades de berries que regularmente son cultivadas y consumidas por las poblaciones norteamericanas y/o europeas. Comparativamente sin embargo, muy poca atención se ha prestado al estudio de berries comestibles nativos de las zonas australes y vecinas a los Andes de América del Sur.
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